Capítulo 5 - Fijación y ajuste de los niveles de salario mínimo

5.4 Factores económicos

Al fijar la cuantía del salario mínimo, los legisladores y otros responsables de las políticas deberían tener en cuenta los factores económicos. Si se fija un salario mínimo demasiado alto o un reajuste demasiado importante, ello puede tener repercusiones inesperadas, al aumentar considerablemente los costos de mano de obra que los empleadores deben pagar. A su vez, estos aumentos podrían provocar un brusco aumento de la inflación y los precios, lo que perjudicaría las exportaciones y reduciría el nivel de empleo. En cambio, si los salarios son demasiado bajos, se restringe el consumo interno de los hogares.

Según el Convenio núm. 131 de la OIT, entre los factores económicos que se han de tener en cuenta se incluyen “los requerimientos del desarrollo económico, los niveles de productividad y la conveniencia de alcanzar y mantener un alto nivel de empleo". Otros factores económicos que pueden ser considerados son, por ejemplo, las cuestiones relacionadas con la competitividad, la inversión, los precios y el crecimiento económico1.

La productividad del trabajo - Compartir los frutos del progreso

Al establecer y ajustar los salarios mínimos, los responsables de las políticas se refieren con frecuencia a la productividad del trabajo, indicador que proporciona información contextual sobre el valor de mercado de lo que produce un trabajador promedio en un país dado, en un contexto determinado por los niveles de capital y tecnología disponibles en ese país2. Cuando los ajustes regulares se efectúan teniendo en cuenta la productividad del trabajo, se contribuye a asegurar que los trabajadores reciban una parte de los frutos del progreso.

La productividad media del trabajo en un país se mide generalmente calculando el PIB por trabajador, o el PIB por hora trabajada. Los datos sobre la productividad a nivel de sector también son útiles cuando los salarios mínimos se fijan en diferentes niveles, en diferentes sectores o industrias. Dicho esto, en algunos sectores la medición de la productividad del trabajo es problemática. Por ejemplo, la cuantificación del valor añadido en el sector de la educación o en el trabajo doméstico plantea dificultades considerables3.
En la práctica, en sus ajustes periódicos muchos países utilizan algunos indicadores indirectos, como el crecimiento del PIB o el crecimiento del PIB per cápita. En Brasil, la legislación dispone que los índices de la inflación de precios y del crecimiento del PIB deben incluirse en una fórmula matemática que permite calcular el ajuste del salario mínimo. En otros países, como Costa Rica, el salario mínimo se aumenta en función de la inflación, y se le añade un suplemento equivalente a una parte del crecimiento económico registrado en años anteriores.

Proporción de trabajadores afectados e impacto en la masa salarial

Otro indicador estadístico que debe considerarse es la proporción de trabajadores que, según toda probabilidad, serán afectados por la introducción de un salario mínimo o por el aumento (reajuste) del salario mínimo vigente. Este indicador refleja el impacto que el salario mínimo tendrá probablemente en la estructura global de los salarios y en la masa salarial.

Cabe prever que, si el aumento del salario mínimo es demasiado alto y se aplica a un gran número de trabajadores, el ajuste tenga un gran impacto en cuanto a los costos laborales medios y los empleadores se vean confrontados de pronto a la necesidad de pagar una masa salarial incrementada. A su vez, esta situación podría agravar la inflación de precios y/o reducir el nivel del empleo. Dado que el cumplimiento de las normativas salariales depende en parte del nivel del salario mínimo, es también muy probable que un nivel salarial mínimo demasiado alto podría entrañar un bajo nivel de cumplimiento.

La proporción de trabajadores así afectados se puede calcular a nivel nacional, regional o sectorial. El efecto del salario mínimo también se puede calcular para determinados grupos de trabajadores (desglosados, por ejemplo, por sexo, raza, etc.). Estos análisis desagregados permiten una comprensión más cabal de las distribuciones salariales específicas para cada segmento o categoría de trabajadores en la economía. También permiten una mejor comprensión de las características de las personas, las regiones o los sectores de la economía más propensos a ser afectados, incluso de manera desproporcionada, por la aplicación del salario mínimo.

Gestión de la demanda agregada: hay que encontrar el equilibrio adecuado

Para algunas empresas a título individual, el aumento de los salarios puede ser muy problemático. Al mismo tiempo, incluso durante períodos de dificultad económica, existen sólidas razones económicas y sociales que explican por qué los gobiernos pueden favorecer la aplicación de aumentos salariales en consonancia con el crecimiento medio de la productividad. Una de esas razones es que el aumento de la remuneración para los trabajadores que ganan bajos salarios puede conllevar un aumento de sus niveles de consumo y, en algunas circunstancias, redundar en una mayor demanda agregada. En cambio, si la masa salarial se empuja a niveles demasiado altos, el mayor costo del trabajo puede entrañar una baja de las exportaciones y de la inversión, y en último término, una caída de la demanda agregada.

Desde una perspectiva macroeconómica, el aumento de los salarios en una proporción más o menos igual a la tasa de crecimiento de la productividad a medio plazo, combinado con el cumplimiento del objetivo que haya fijado el Banco Central en cuanto a la tasa de inflación tolerable (o con alguna otra tasa reducida de inflación, en los casos en que no haya un objetivo explícito de inflación) debería garantizar la estabilidad de precios, asegurando así que la evolución salarial no provoque una deflación o una inflación excesivas.


1 OIE: El salario mínimo (Resumen ejecutivo). Documento de orientación de la Organización Internacional de Empleadores, 2014.
2 OCDE: Measuring Productivity. OECD Manual, Measurement of aggregate and industry-level productivity growth (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, París, 2001).
3 Atkinson: Atkinson Review: Final Report. Measurement of Government Output and Productivity and the National Accounts (Palgrave Macmillan, Nueva York, 2005).