Efectos en el empleo

los efectos del empleo según distintas teorías económicas

La teoría económica neoclásica predice que el aumento de los salarios mínimos conducirá a una reducción del empleo. Esto puede suceder por dos razones: en primer lugar, porque el pago de los salarios mínimos puede obligar a las empresas a aumentar los precios de sus productos y servicios, entrañando la posible reducción de la demanda por parte de los consumidores o compradores internacionales que se ven confrontados a estos precios más altos (el llamado "efecto de escala"). En segundo lugar, cuando los trabajadores que ganan salarios bajos “se encarecen" al percibir el salario mínimo, las empresas pueden optar por sustituir a algunos de ellos con más máquinas y unos pocos trabajadores calificados que las manejen (el llamado "efecto de sustitución").

Si la magnitud de estos efectos es importante, ello puede conllevar una reducción de los niveles agregados de empleo de los trabajadores con bajos salarios. También es probable que se produzca entonces un efecto de repercusión entre las industrias, ya que se prevé que el empleo se reduzca en las industrias intensivas en mano de obra, en la que la proporción de trabajadores con salarios bajos es mayor y los costos laborales representan una alta proporción del costo total de producción para las empresas. En otras industrias, el empleo puede mantenerse sin cambios o incluso puede aumentar, ya que los consumidores gastan una mayor parte de su ingreso en la compra de bienes y servicios cuyos precios están menos afectados por los salarios mínimos.

Otras teorías, basadas en supuestos diferentes, adoptan otros puntos de vista. Algunas parten de la hipótesis de que muchos empleadores ejercen un grado de 'poder de monopsonio', es decir, que son los únicos compradores de un tipo particular de servicios laborales, a menudo en un mercado de trabajo local específico (por ejemplo, los que contratan a dependientes de comercio minorista, o a auxiliares de enfermería), y en consecuencia tienen la capacidad para mantener los salarios (es decir, el precio del trabajo) en un nivel por debajo del valor de su contribución a la productividad. Esta teoría implica que cuando los empleadores se ven confrontados al aumento de los costos laborales pueden encontrar en tal situación el incentivo para maximizar sus ganancias mediante la expansión de la producción y del empleo (el "efecto monopsonio"). Los llamados "modelos de búsqueda" también muestran que, en los mercados de trabajo que funcionan de manera imperfecta, el aumento de los salarios para quienes están en la parte inferior de la escala salarial puede, hasta cierto punto, ser compensado por la acción combinada de la reducción de los beneficios, de la aplicación de incrementos salariales mínimos para los administradores y de otras medidas encaminadas a reducir costos o mejorar la productividad.

Las teorías macroeconómicas destacan el hecho de que el pago de salarios más altos no sólo eleva los costos laborales para los empleadores, sino que también aumentan la demanda de consumo entre los trabajadores con salarios bajos y sus familias. Suponiendo que no se generen grandes efectos negativos sobre la competitividad externa (que podría ser el caso de las economías muy orientadas a la exportación) o sobre la inversión, esos "efectos de consumo" positivos pueden dar lugar a aumentos de la demanda agregada y el empleo. Las perspectivas macro-económicos muestran que incluso si algunas empresas de baja productividad reducen el empleo o van a la quiebra, esto no significa necesariamente que el empleo agregado se reducirá. En realidad, el empleo puede expandirse en otras empresas, y los salarios más altos pueden atraer a más personas al mercado laboral.