Orientación y formación profesional

La educación y la formación son la clave para que las personas puedan conseguir empleo, permitiéndoseles, de este modo, el acceso al trabajo decente y escapar de la pobreza. Para competir en la actual economía global, es menester que los empleadores y los trabajadores se encuentren especialmente bien formados en tecnologías de la información y de la comunicación, en las nuevas formas de organización del comercio, y en el funcionamiento del mercado internacional. Por consiguiente, las empresas que tengan por objetivo lograr el pleno empleo y un crecimiento económico sostenido, tienen que invertir en educación y en el desarrollo de los recursos humanos. Brindando una educación básica, una capacitación laboral básica y oportunidades de aprender a lo largo de la vida a toda su población trabajadora, los países pueden ayudar a garantizar que los trabajadores mantengan y mejoren sus oportunidades de empleo, todo lo cual redundará en una mano de obra más calificada y productiva. Sin embargo, algunos países todavía tienen carencias en materia de educación y acceso a la tecnología de la información, y existen grandes disparidades entre los países y en el plano nacional. Las normas de la OIT alientan a los países a elaborar políticas de formación y de fomento de recursos humanos que beneficien a todos los interlocutores sociales. Debido a la importancia permanente de este tema, la Conferencia Internacional del Trabajo adoptó, en 2004, la Recomendación sobre el desarrollo de los recursos humanos: educación, formación y aprendizaje permanente (núm.195).

Reconociendo que la promoción y el desarrollo de aprendizajes de calidad pueden conducir al trabajo decente, contribuir a dar respuestas eficaces y eficientes a los desafíos del mundo del trabajo, y ofrecer oportunidades de aprendizaje permanente que permitan mejorar la productividad, la resiliencia, las transiciones y la empleabilidad y satisfacer las necesidades actuales y futuras de los aprendices, los empleadores y el mercado de trabajo, en 2023, la Conferencia Internacional del Trabajo adoptó la Recomendación sobre los aprendizajes de calidad (núm. 208).

Instrumentos pertinentes de la OIT

Educación y formación en la práctica

Al invertir en recursos humanos, las empresas pueden mejorar su productividad y ser más competitivas en los mercados internacionales. Un estudio ha comprobado que en Dinamarca, por ejemplo, las empresas que combinan las innovaciones en la producción con una formación específica tienen más posibilidades de incrementar la producción, los puestos de trabajo y la productividad de los trabajadores que las empresas que no siguen estas estrategias. Estudios realizados en Alemania, Italia, el Japón y los Estados Unidos han llegado a conclusiones similares. La formación beneficia no solo a cada trabajador, sino también al empleador que, al aumentar la productividad y el nivel de cualificación de su empleado, recoge los efectos positivos de estas mejoras. (Nota 1)

Más información

  • Estudio general (2021): Promover el empleo y el trabajo decente en un panorama cambiante y Adenda al Estudio general
  • Estudio general sobre los instrumentos relativos al empleo a la luz de la Declaración de 2008 sobre la justicia social para una globalización equitativa (2010) - [pdf]
  • Estudio general sobre el Desarrollo de los recursos humanos (1991) - [pdf]
  • Departamento de Conocimientos Teóricos y Prácticos y Empleabilidad (EMP/SKILLS) (en inglés)

Nota 1 - OIT: Aprender y formarse para trabajar en la sociedad del conocimiento: las opiniones de los mandantes, 2001, Informe IV (1), Conferencia Internacional del Trabajo, Ginebra, 91ª reunión, 2003, pág. 6. Vease también Banco Mundial: Informe del desarollo en el mundo, op. cit., págs. 137-140.