"Creamos puestos de trabajo?" Los pueblos del bosque de Mayurbhanj

En el transcurso de dos años y medio, un innovador proyecto de la OIT ha contribuido a crear más de 2.000 puestos de trabajo y ha sacado a más de 200 familias del atolladero en que se encontraban por su endeudamiento. El proyecto de OIT/INDISCO, de tres años de duración, se propone la creación de empleo decente para los pueblos tribales en los remotos bosques de Mayurbhanj en Orissa, India, y se halla en el buen camino para convertirse en un modelo a copiar.

ORISSA, India - Gorachand Murmu, de 43 años de edad, ejercía como jornalero en la agricultura, desplazándose a lugares remotos a la búsqueda de trabajo. Al igual que todos sus vecinos de su aldea tribal, carecía de ahorros en el banco local.

Ahora, gracias al régimen de generación de ingresos desarrollado como parte de un proyecto trienal de la OIT en el marco de INDISCO (véase el recuadro), el Sr. Murmu disfruta de un nivel de vida superior y de una nueva sensación de autoestima, reconocimiento social e independencia económica.

"Ya no tengo que abandonar mi aldea y desplazarme a lugares lejanos a buscar empleo", comenta, "y he conseguido que mi familia se sienta segura con mis nuevos ingresos". Gorachand no es el único. Antes de este proyecto, ninguna familia había contratado una cuenta de ahorro personal. Actualmente, mediante los programas de generación de ingresos impulsados por esta iniciativa, varios cientos de personas depositan sus ahorros en el banco local Baitarani Gramya.

El proyecto de INDISCO ha desencadenado un proceso de iniciativas impulsadas y asumidas por la comunidad, encaminadas a la consecución de empleo decente y productivo para estos pueblos tribales. Este proyecto ampliado cubre un conjunto de 40 aldeas compuestas por más de 2.000 hogares tribales, y es una secuela de un ejercicio experimental anterior (1994-1999), que puso de relieve la importancia de adoptar metodologías participativas en las iniciativas tribales. Las actividades del proyecto actual arrancaron en mayo de 2001, y se centraron en el fortalecimiento de capacidades para que los beneficiarios puedan gestionar sus propias instituciones, así como en la dotación de microcréditos y el desarrollo de destrezas para el empleo.

"En India, los pueblos tribales representan un 8% de la población, y en torno al 52% de estas personas subsiste por debajo del umbral de pobreza", señala Dilnawaz Mahanti, Coordinador Nacional de Proyectos de INDISCO en India. "Excluidos social, geográfica y económicamente, se enfrentan a una merma constante de sus medios de vida como resultado del agotamiento de los recursos naturales de los que dependen." El analfabetismo y la ignorancia respecto al potencial de sus recursos en el mercado les hace vulnerables a la explotación de agentes externos, y se ven obligados a endeudarse y a afrontar las penurias de la migración para buscar trabajo remunerado.

Los pueblos tribales constituyen un reto singular debido a la dificultad de su acceso. El objetivo fundamental de este tipo de proyectos es la generación de empleo mediante el desarrollo de cualificaciones y la potenciación de las destrezas tradicionales mediante la utilización de tecnologías sencillas, basadas esencialmente en la gestión de recursos naturales. "El programa hace posible la constitución de cooperativas autosostenidas entre grupos étnicamente homogéneos", señala Herman van der Laan, Director de la oficina subregional de la OIT en la India. "De este modo, se dota a la población tribal de una mayor capacidad de representación, protección social y fortaleza organizativa."

La principal ocupación de las comunidades tribales es la agricultura. La mayoría de sus integrantes se dedica a actividades agrarias marginales, con una media de una a dos hectáreas de terreno. La pérdida de la cosecha es frecuente en años de sequía. La deforestación ha provocado la aridez de amplias extensiones de terreno y, consiguientemente, la erosión de los suelos y la pérdida de ingresos procedentes de los productos silvícolas, que representan una importante fuente de renta. El proyecto reconoce los sistemas autóctonos de gestión sostenible de la tierra y los recursos naturales de los pueblos tribales, y se basa en ellos, procurando la consecución de un equilibrio entre la utilización económica y la conservación del medio ambiente.

Las cooperativas de los pueblos tribales (aún en fase de constitución) avanzan hacia su habilitación en todos los sentidos, equipándose para gestionar sus propias empresas, acceder a servicios auxiliares y obtener precios justos a cambio de sus productos. La financiación se obtiene mediante fondos de crédito rotatorios. Las mujeres reciben formación en materia de microcrédito y contabilidad.

El proyecto ejerció un efecto considerable en la ampliación de los ingresos de las mujeres mediante la movilización y la formación para la adquisición de destrezas orientada a la consecución de determinados objetivos. "Aunque la carga de trabajo de las mujeres sigue siendo pesada, han adquirido una posición más sólida en las comunidades al capacitarse hacia su autosuficiencia", asegura la Sra. Mahanti. "Esta capacitación ha contribuido a reforzar el estado de ánimo y la autoestima de estas mujeres, que se muestran ahora más receptivas respecto a nuevos conceptos relacionados con la alfabetización, el ahorro, las cuestiones de salud, etc.".

Los fondos de crédito rotatorios se han utilizado asimismo para poner en marcha actividades como la piscicultura y la cría de animales. Algunas personas explotan tiendas de comestibles o talleres de reparación de bicicletas, mientras que otras se dedican a la apicultura o a la confección. La formación recibida para la fabricación de tazas con hojas de sal ha ayudado a un notable grupo de pobladores a dedicarse al proceso de este material obtenido del árbol de sal mediante la aplicación de maquinaria adquirida a través del proyecto. Un grupo de jóvenes recibió formación sobre mecanografía. "Me enteré de los cursos de mecanografía a través de los grupos de mujeres del proyecto", comenta Saniya Singh, de la aldea de Durgapur. "Trabajo como vigilante de la aldea porque no pude permitirme continuar con mis estudios." Saniya confía ahora en adquirir su propia máquina de escribir, encontrar un empleo en alguna oficina de la administración del Estado y obtener un salario decente.

La población se encuentra dispuesta ahora para asumir actividades más ambiciosas y de mayor dimensión. Dejando atrás las sombras en las que permanecían, las mujeres de las aldeas del proyecto de INDISCO son ahora socios activos en condiciones de igualdad en el proceso de toma de decisiones. Las comunidades tribales se identifican estrechamente unidas a su hábitat natural y ponen en práctica sus habilidades tradicionales en la gestión de los recursos humanos. "En nuestra experiencia", señala el Sr. Van der Laan, "toda estrategia de creación de empleo tiene grandes posibilidades de éxito si se basa en la mejora de las destrezas tradicionales mediante la incorporación de tecnologías sencillas y la utilización de los recursos naturales disponibles". Todas las actividades se llevan a cabo en consulta con la población y son identificadas en su mayor parte por sus miembros. La OIT ejerce como facilitador y presta la asistencia técnica requerida, logrando un equilibrio en la combinación de sistemas modernos y tradicionales, propios de la región.

Kiran Mehra-Kerpelman

¿Qué es INDISCO?

INDISCO (Programa interregional de apoyo a las poblaciones indígenas por intermedio del desarrollo de cooperativas y empresas asociativas) forma parte del Servicio de Cooperativas de la OIT y pone a prueba los planteamientos relativos a la promoción de las oportunidades de empleo docente en asociación con las poblaciones objetivo de su actividad.

INDISCO se puso en marcha en 1993, con ocasión de la Década Internacional de las Poblaciones Indígenas del Mundo de las Naciones Unidas. Actualmente, se encuentra presente en diversos países de Asia, África y América Latina. OIT/INDISCO representa la respuesta de la OIT a las sombrías condiciones de vida y de trabajo de los 300 millones de personas de pueblos indígenas y tribales que, según se estima, viven en el mundo. Ofrece asistencia técnica respecto al modo de llevar a la práctica las disposiciones del Convenio (núm. 169) de la OIT. Este instrumento comprende cinco elementos esenciales: el refuerzo de la capacidad organizativa de los pueblos indígenas, el fortalecimiento de sus oportunidades de sustento, la conservación y promoción de su patrimonio tradicional, la promoción de la consideración de las cuestiones de género y la regeneración del medio ambiente. El programa se puso en práctica por primera vez en India.

La estrategia de INDISCO engloba la prestación de apoyo a proyectos experimentales, la promoción de buenas prácticas y la vinculación de las experiencias de las comunidades de base con el entorno de formulación de políticas de más amplio alcance. Todas las iniciativas de programa planteadas en India son esencialmente participativas, contemplan la asociación con organizaciones e interlocutores sociales locales, centran su actividad en las comunidades y contemplan como objetivo la asunción de responsabilidad a escala local respecto a la sostenibilidad a largo plazo, basándose en todos los casos en el Convenio (núm. 169) de la OIT sobre pueblos indígenas y tribales.

Convenio (núm. 169) de la OIT sobre pueblos indígenas y tribales, 1989

La OIT es responsable de los (dos) únicos instrumentos internacionales que se ocupan en exclusiva de los derechos de los pueblos indígenas y tribales. La singularidad del Convenio (núm. 169) de la OIT radica en su reconocimiento de las identidades, los estilos de vida y las culturas específicos de dichos pueblos. En otras palabras, reconoce el derecho a ser diferente. En el Convenio se abordan varias cuestiones de suma importancia para los pueblos indígenas y tribales, entre las que figuran: el derecho a practicar sus propias tradiciones y cultura, los derechos sobre las tierras ocupadas tradicionalmente, el derecho sobre los recursos naturales y a participar en la utilización, la gestión y la conservación de éstos, las restricciones al desplazamiento y la enajenación de las tierras, y otros aspectos relativos a la educación, la salud y el empleo. En el Convenio se hace hincapié en el derecho de estos pueblos a ser consultados en cada una de las fases de desarrollo que puedan afectarles. Se subraya asimismo su derecho a participar activamente en el proceso de desarrollo, adoptando decisiones sobre las cuestiones que les conciernan.