La subcontratación de las TI se globaliza

Muchos puestos de trabajo en el sector de las tecnologías de la información se han trasladado a países de menor coste, y es posible que, en breve, se desplacen nuevamente, con destino a regiones que ofrecen una mano de obra aún más barata. El periodista Andrew Bibby analiza cómo, por vez primera, los trabajadores no manuales se encuentran entre los afectados por las exportaciones de puestos de trabajo.

REDMOND, Washington. En el piso 24 de un edificio de esta localidad residencial en las afueras de Seattle, Estados Unidos, los miembros de la Trade Development Alliance (Alianza para el Desarrollo del Comercio) asisten a un desayuno de trabajo en el que se lleva a cabo una presentación acerca de la industria del software en la India.

Entretanto, en las calles, activistas sindicales distribuyen panfletos en los que se quejan de la situación de riesgo del empleo local, debida a la exportación de puestos de trabajo en el sector de las tecnologías de la información (TI).

"Nuestra economía local se encuentra en crisis, en parte porque las empresas transfieren puestos de trabajo que permiten ganarse la vida decentemente a otras regiones del mundo", asegura Jake Carton, uno de los manifestantes.

Puede que esta anécdota, que tuvo lugar el 26 de marzo del presente año no se haya recogido en titulares. Sin embargo, pone de manifiesto la creciente preocupación de los profesionales de las TI en Estados Unidos respecto a la constatación de un desplazamiento de puestos de trabajo a destinos caracterizados por una menor cuantía de los costes, y en particular a la India.

WashTech, asociación de profesionales de las TI con sede en Seattle afiliada a Communications Workers of America (Trabajadores de la Comunicación de Estados Unidos), ha liderado la campaña de sensibilización y, actualmente, solicita al Congreso de Estados Unidos que emprenda de inmediato un estudio sobre los efectos de la tendencia. De acuerdo con WashTech, las consecuencias para los trabajadores del sector tecnológico de Estados Unidos consistirán en una mayor inseguridad en el puesto, salarios inferiores y un menor número de prestaciones.

Un reciente estudio de losa analistas estadounidenses Forrester Research otorga cierto crédito a estos motivos de inquietud. En el estudio se señala que, hacia 2015, unos 3,3 millones de puestos de trabajo no manuales, cuyo valor en salarios asciende a 136.000 millones de dólares de Estados Unidos, podrían haberse trasladado de este país a otros con menores costes. Su autor, John McCarthy, subraya que algunas empresas que adoptan esta política denominada de subcontratación en el extranjero creen que pueden conseguir un trabajo de mejor calidad a mitad de coste.

Ocurre algo similar en el Reino Unido, donde el sindicato del sector de las telecomunicaciones CWU ha criticado severamente los planes anunciados en marzo por British Telecom, en los que se refiere su intención de transferir 2.700 puestos de trabajo ubicados actualmente en dicho país a la India este mismo año. Entre los departamentos objeto de la subcontratación figuran los de información telefónica, facturación, videoconferencias y, parcialmente, telemarketing. CWU denuncia que todas las divisiones de BT consideran actualmente la posibilidad de transferir trabajo a la India, y que miles de puestos más podrían verse afectados.

CWU ha dirigido sus críticas a BT, y ha querido dejar claro que no tiene nada en contra de la India ni de los trabajadores de este país. Su principal argumento es que, como empresa que obtiene el volumen fundamental de sus beneficios de los consumidores del Reino Unido, BT debe asumir la obligación de contribuir al sostenimiento de la economía británica empleando a trabajadores locales. El sindicato advierte además que, al trasladar puestos de trabajo a la India, BT estaría generando una tendencia muy peligrosa, que podría poner miles de empleos en el Reino Unido en situación de riesgo.

Una tendencia ¿nueva?

El traslado de las tareas de proceso e introducción de datos desde los países desarrollados a los países en desarrollo se remonta a la década de 1970. En aquella época, islas del Caribe como Jamaica y Barbados lideraron el desarrollo del trabajo subcontratado. Inicialmente, el trabajo solía consistir en labores administrativas rutinarias, como el procesamiento de talones de billetes de avión y de solicitudes de tarjeta de crédito. No obstante, las cosas han cambiado mucho desde entonces, lo que representa quizá un signo del auge evidente de la economía del conocimiento, incluso en los países menos desarrollados.

La India, en particular, se ha constituido rápidamente en los últimos años como un destino para la ubicación de tareas de programación de software y otras afines en el campo de las tecnologías de la información. Un crecimiento anual combinado superior al 50 % había impulsado al sector de un valor aproximado de 175 millones de dólares en 1989/1990, a unos 5.700 millones de dólares registrados diez años después. La asociación sectorial de la India NASSCOM (National Association of Software and Service Companies) predice que el volumen de negocio del sector podría alcanzar los 8.500 millones de dólares hacia 2008.

NASSCOM ha establecido que los servicios "habilitados para las TI" constituyen el objeto prioritario de una expansión a gran escala en los próximos años. Entre dichos servicios se cuentan la gestión de las TI (por ejemplo, gestión y mantenimiento de redes), el procesamiento de nóminas, los servicios financieros y la gestión de clientes, incluidas la tramitación de pedidos y las operaciones de centros de atención telefónica (call centers). En la práctica, estos últimos centros han constituido hasta la fecha el componente más importante del mercado de servicios vinculados a las TI, en rápida expansión en la India.

En los centros de atención telefónica de dicho país trabajan unas 100.000 personas, jóvenes en su mayoría. Su formación es elevada, suelen ser titulados en ingeniería o informática, y sus condiciones de trabajo son buenas: desempeñan su labor en edificios construidos específicamente para albergar este tipo de servicios en parques tecnológicos, ubicados en las afueras de ciudades como Bangalore o Bombay. Los trabajadores de estos centros reciben formación para actuar eficazmente al dirigirse a clientes en el extranjero; así, por ejemplo, al personal que se ocupa de Estados Unidos se le enseña a hablar con acento de este país y a comprender su cultura. Los que gestionan las llamadas procedentes del Reino Unido reciben formación igualmente sobre diversos aspectos de la cultura británica, incluido lo que atañe a su meteorología. En algunos casos, se anima al personal a adoptar nombres de Estados Unidos o del Reino Unido al conversar con clientes en el extranjero, obviando el propio.

La principal atracción de la subcontratación en el extranjero es la reducción de costes. Las retribuciones al personal que se satisfacen en la India, aunque resulten relativamente razonables para el nivel habitual en dicho país, representan una pequeña fracción de los salarios abonados en occidente. En un artículo aparecido en la prensa del Reino Unido en 2001 se señalaba que los trabajadores de los centros de atención telefónica de la India obtenían el equivalente a 3.800 dólares, frente a los sueldos iniciales de 19.000 dólares asignados a los trabajadores británicos. Más recientemente, la dirección de una empresa de la India dedicada a la gestión de este tipo de centros estimaba que, en total, los costes de una compañía de tales características podían reducirse entre un 40 y un 60 % mediante el traslado a dicho país.

Este tipo de medidas no se limitan al ámbito anglófono. Las empresas francesas consideran a los países del África francófona, como Mauricio y Marruecos, como un destino adecuado para la instalación de centros de atención telefónica. América Latina representa una localización obvia para las empresas españolas que pretenden trasladar parte de sus operaciones al extranjero, y se han establecido incluso centros de atención de llamadas en alemán en ubicaciones de menor coste en países en desarrollo.

Esta tendencia se asemeja a la reubicación de tareas que tuvo lugar a escala mundial hace una generación en la industria manufacturera. La novedad no se limita al hecho de que esta tendencia se extienda ahora al sector servicios, sino a que, por primera vez, los trabajadores profesionales y de clase media de los países desarrollados se ven directamente afectados por la situación. La posibilidad de traslado afecta tanto a los puestos de trabajo manuales, como a los no manuales.

Es comprensible que los sindicatos de los países desarrollados se refieran a los peligros de "dumping social" y de prácticas que suponen una "acelerada espiral descendente". Por otro lado, el desarrollo de sectores informáticos propios en países como la India propicia sin duda la oferta de oportunidades laborales para que las personas con la formación adecuada puedan encontrar empleo en su propio país, como alternativa a la búsqueda de un puesto de trabajo en América del norte o Europa, en lo que constituye una práctica a la que se ha calificado despectivamente en ocasiones como "compra de cuerpos".

¿Norte a sur, o sur a norte?

En cualquier caso, el traslado de puestos de trabajo del norte al sur representa únicamente la mitad de la historia. La otra es el desplazamiento de trabajadores del sur al norte (una tendencia habitual en el sector de las TI, al menos hasta que explotó la burbuja de las puntocom). Es natural que los países en desarrollo que han invertido en formación de jóvenes consideren cada vez con mayor preocupación que tal educación se utilice para buscar trabajo en el extranjero.

Además, para los sindicatos, constituye un verdadero motivo de inquietud que las normas del trabajo y los niveles de protección social consolidados puedan perderse cuando los puestos de trabajo se desplazan a regiones del mundo caracterizadas por la menor cuantía de sus costes. Quizá paradójicamente, en el propio sector de las TI en la India existan razones para temer lo mismo. Sucede que otros países están preparados para competir por ofrecer lugares de trabajo aún más baratos. En un reciente artículo sobre subcontratación a escala mundial a cargo de CIO Magazine se analizaba el potencial de ubicaciones como Malasia, Tailandia, Vietnam, México y Brasil, así como de los países de Europa oriental con sectores de alta tecnología consolidados, como la Federación de Rusia, Ucrania y Bulgaria. Sin embargo, China se percibe como el país con más probabilidades para convertirse en el próximo "gran destino" de este tipo de movimientos. "Pensemos en la India hace diez años: mano de obra barata y abundante", señala CIO Magazine.

Una respuesta sindical al temor al dumping social consiste en reafirmar su exigencia de incluir las normas del trabajo fundamentales en futuros acuerdos comerciales negociados a través de la Organización Mundial del Comercio. Sin embargo, existe otra forma de respuesta suscitada en ambos extremos de la cadena de subcontratación. Se trata del desarrollo de movimientos por parte de los sindicatos encaminados a procurar la organización de trabajadores no organizados con aterioridad.

En Estados Unidos, Marcus Courtney, presidente de WashTech, trata de persuadir a los trabajadores que tradicionalmente se han movido en una cultura individualista del trabajo para que consideren la negociación colectiva con los empleadores. "Para muchos contratistas y trabajadores de agencias de colocación con empleo de larga duración (denominados permatemps) con una única empresa, la perspectiva de obtener el puesto de trabajo permanente que les resulta tan esquivo, combinada con el temor a que nunca se dé esta circunstancia si alzan su voz en algún sentido, suele pesar más que cualquier incentivo a movilizarse sobre cuestiones clave que atañen al lugar de trabajo. No obstante, para muchos, ese puesto permanente nunca aparece", afirma Courtney. "Sólo mediante la sindicación cobraremos la fuerza necesaria para mantenernos firmes y negociar lo que la subcontratación significa en este sector."

Entretanto, en la India, se desarrollan incipientes Foros de Profesionales de las IT en los Estados de Karnataka (centrado en las ciudades de Bangalore y Mysore) y Andhra Pradesh (con Hyderabad, capital del Estado, como objetivo prioritario). Los Foros, constituidos en 2000, han optado por no utilizar el término "sindicato" que, en su opinión, transmite connotaciones negativas a los afiliados a los que dirigen su actuación. Sin embargo, estas organizaciones se han afiliado a la federación sindical mundial Union Network International (UNI). Los miembros de los Foros aseguran que su colaboración les permite protegerse mejor de los riesgos en el trabajo y procurar el avance de sus carreras profesionales. En la declaración de intenciones de los Foros se recoge el propósito de éstos de convertirse en "la voz de los profesionales de las TI, así como de enriquecer y potenciar sus conocimientos, promover sus intereses y contribuir al crecimiento general del sector de las TIC (tecnologías de la información y la comunicación)".

Enriquecer los conocimientos de los trabajadores puede constituir en última instancia una de las mejores medidas de protección frente a los riesgos de la migración de puestos de trabajo, ya se produzca ésta de occidente a la India, o de ésta a otros países como China. Como ocurrió con la manufacturación hace una generación, los puestos de trabajo de menor cualificados y también con menor valor añadido tenderán a convertirse en los de mayor movilidad en el contexto de una economía globalizada.