Sentí profunda tristeza cuando supe la noticia de la muerte de docenas de trabajadores en el incendio de la fábrica de zapatos en Manila. En nombre de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), presento mis sinceras condolencias a las familias de las víctimas y comparto su dolor.

Una vez más, nos encontramos a lamentar la muerte de trabajadores cuyas vidas han sido segadas a causa de un accidente en el trabajo. Con frecuencia, este tipo de accidentes pueden ser evitados.

Todas las personas tienen el derecho de trabajar en un ambiente seguro y sano, independientemente de la industria, el empleo o el tipo de trabajo que realizan.

Podemos lograr que los lugares de trabajo sean más seguros mejorando las condiciones de trabajo en las fábricas, llevando a cabo inspecciones regulares a fin de garantizar que las fábricas cumplan con las normas estructurales, eléctricas y contra incendios; y garantizando los derechos de los trabajadores, sobre todo la libertad sindical y la negociación colectiva.

Como siempre, la OIT está dispuesta a prestar asistencia, a colaborar con los trabajadores, los empleadores y sus organizaciones y las otras partes interesadas a fin de mejorad las condiciones de seguridad y salud en el lugar de trabajo.