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Informe sobre salarios

OIT: La adopción de firmes políticas salariales es primordial para promover el desarrollo inclusivo en la India

Pese al aumento salarial real registrado, sigue habiendo desigualdad, informalidad y disparidad salarial de género.

Noticia | 20 de agosto de 2018
NUEVA DELHI (OIT Noticias) – Si bien en la India se ha registrado un aumento anual promedio del PIB del 7% en los dos últimos decenios, siguen dándose casos de salarios deficientes y de desigualdad, según se desprende del informe India Wage Report: Wage policies for decent work and inclusive growth [Informe sobre salarios en la India: políticas salariales para promover el trabajo decente y el desarrollo inclusivo], publicado por la Organización Internacional del Trabajo.

Por otro lado, según la Oficina Nacional de Encuestas por Muestreo (NSSO), el salario diario promedio real se multiplicó por dos en 2011-12 con respecto a 1993-94. Los salarios han aumento a un ritmo más rápido en el caso de las categorías de empleo más vulnerable, en particular el de los trabajadores de zonas rurales, los trabajadores informales o temporales, las mujeres trabajadoras y las personas con trabajo mal remunerado. Pese a ello, siguen existiendo enormes disparidades.

Según la Encuesta sobre empleo y desempleo (EUS) elaborada por la NSSO, en 2011-12 el salario promedio en la India era de aproximadamente 247 rupias (INR) diarias, y el salario promedio de los trabajadores temporales era de alrededor de 143 INR por día. Solo ciertos trabajadores con empleo periódico o asalariados, principalmente en las zonas urbanas, y los profesionales altamente calificados, obtuvieron salarios promedio más elevados.

El salario más bajo corresponde al de las trabajadoras temporales en el ámbito rural, en un contexto de desigualdad generalizada

El desarrollo económico de la India ha contribuido a reducir el nivel de pobreza y a modificar ligeramente las pautas de empleo, dando lugar a una proporción cada vez mayor de trabajadores en los sectores de los servicios e industrial. No obstante, una proporción notable de trabajadores (el 47%) desempeña aún su labor en el sector agrícola. Sigue habiendo informalidad y segmentación económicas. Más del 51% de las personas que trabajan en la India, según datos relativos a 2011-12, trabajaban por cuenta propia, y el 62% de los asalariados trabajan de forma temporal. Si bien se ha producido un aumento del empleo organizado, ello obedece en muchos casos al carácter temporal o informal del trabajo.

Aunque la desigualdad salarial general en la India ha venido disminuyendo desde 2004-05, sigue siendo elevada. La reducción de la desigualdad salarial general se ha debido principalmente a la duplicación del nivel salarial de los trabajadores temporales en 2011-12 con respecto a 1993-94. No obstante, el gran aumento de la desigualdad salarial de los trabajadores con empleo periódico que se produjo en 2004-05 con respecto a 1993-94 se estancó en 2011-12.

Por otro lado, la brecha salarial de género sigue siendo elevada, a tenor de las normas internacionales, pese haber disminuido del 48% en 1993-94 al 34% en 2011-12. La brecha salarial afecta a todo tipo de trabajadores, tanto si tienen empleo periódico como informal, o si desarrollan su labor en entornos urbanos o rurales. Las trabajadoras temporales en la economía rural son las que tienen el salario más bajo en la India, correspondiente al 22% del salario que perciben los hombres con empleo periódico en zonas urbanas.

Si bien la productividad laboral promedio (PIB por trabajador) ha aumentado, la cuota laboral, es decir, la proporción de ingresos nacionales que corresponde a compensación laboral, disminuyó del 38,5% en 1981 al 35,4% en 2013.

Políticas salariales para fomentar el trabajo decente y el crecimiento inclusivo

Pese a que la India fue uno de los primeros países en implantar salarios mínimos, en virtud de la Ley de Salarios Mínimos de 1948, el establecimiento de un piso salarial universal para todos los trabajadores presenta varias dificultades. El sistema de salarios mínimos en la India es muy complejo. Los salarios mínimos son establecidos por los gobiernos de cada estado para empleados con determinados tipos de empleo “programado”, lo que ha dado lugar a 1709 cuotas salariales distintas en todo el país. Puesto que no se ha alcanzado una cobertura completa a nivel nacional, dichas cuotas se aplican únicamente a alrededor del 66% de trabajadores asalariados.

En el decenio de 1990 se implantó un piso de salario mínimo a nivel nacional que aumentó progresivamente hasta 176 INR diarias en 2017, aunque dicho piso salarial no es jurídicamente vinculante, pese al debate que se mantiene desde el decenio de 1970. En 2009-10 el salario de casi el 15% de los trabajadores asalariados y del 41% de los trabajadores temporales era inferior a dicho salario mínimo nacional orientativo. Alrededor de 62 millones de trabajadores siguen percibiendo un salario inferior al salario mínimo nacional orientativo, y la proporción de salarios más bajos sigue siendo más elevada en el caso de las mujeres que en el de los hombres.

En el informe se pide la adopción de varias recomendaciones para mejorar el sistema actual de salarios mínimos. En particular, la ampliación de la cobertura jurídica a todos los trabajadores con contrato laboral, la implantación de consultas con los interlocutores sociales en lo concerniente a los sistemas de salarios mínimos, la realización de ajustes periódicos basados en pruebas, la consolidación y simplificación de forma paulatina de las estructuras de salarios mínimos y la adopción de medidas más firmes para garantizar una aplicación eficaz de la legislación sobre salarios mínimos. También se pide la recopilación de datos estadísticos de forma oportuna y periódica.

Por último, en el informe se recomiendan medidas complementarias para abordar exhaustivamente la promoción del trabajo decente y del desarrollo inclusivo. Entre esas medidas cabe destacar la adquisición de competencias para impulsar la productividad laboral y las empresas sostenibles, el fomento de una remuneración equitativa por la realización de trabajos de igual valor, la formalización de la economía informal y el fortalecimiento de los sistemas de protección social de los trabajadores.

Para ampliar información, puede ponerse en contacto con

La Sra. Diya Banerjee, Oficial de Comunicación de la OIT - Banerjee@ilo.org