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Convenio de la OIT sobre el trabajo en la pesca

El Convenio de la OIT sobre el trabajo en la pesca, 2007 (núm. 188) entra en vigor

El histórico Convenio impulsará los esfuerzos mundiales dirigidos a garantizar trabajo decente para los 38 millones de trabajadores del sector de la pesca del mundo.

Noticia | 12 de noviembre de 2017

GINEBRA (OIT Noticias) – El Convenio núm. 188 de la OIT entra en vigor hoy, 16 de noviembre, dando un fuerte impulso a los esfuerzos dirigidos a mejorar las condiciones de trabajo de los millones de trabajadores del sector de la pesca.

“El Convenio sobre el trabajo en la pesca establece las normas básicas de trabajo decente en la industria pesquera. Nuestro compromiso es el de esforzarnos para hacer de este convenio un instrumento que ofrezca protección efectiva a todos los trabajadores del sector”, declaró el Director General de la OIT, Guy Ryder, “Todavía queda mucho camino por recorrer, pero nosotros creemos que podemos lograrlo.”

La pesca comercial es una de las fuentes más importantes de alimentos, en particular de proteína animal, y es esencial para la seguridad alimentaria. Más de 38 millones de personas trabajan en la pesca de captura, considerada una de las profesiones más peligrosas del mundo. Cientos de millones de personas a cargo y otros dependen del sector para su subsistencia.

Nuestro compromiso es el de esforzarnos para hacer de este convenio un instrumento que ofrezca protección efectiva a todos los trabajadores del sector."

Guy Ryder, Director General de la OIT
Aunque muchos propietarios de buques de pesca tratan bien a su tripulación, los pescadores enfrentan con demasiada frecuencia serios desafíos en relación a las condiciones de trabajo decente, incluidas las prácticas de empleo informal, el trabajo en zonas remotas, el clima y la estacionalidad, y la naturaleza generalmente peligrosa del trabajo en el ambiente marino. Son motivo de preocupación el trabajo forzoso, la trata de personas y la explotación de los trabajadores migrantes en la pesca a nivel mundial. Con frecuencia, las leyes y las normas que protegen a los pescadores no son claras, o no existen.

El Convenio núm. 188 establece requisitos jurídicamente vinculantes para hacer frente a los principales problemas relacionados con el trabajo a bordo de los buques pesqueros, que incluyen la seguridad y la salud en el trabajo, la atención médica en el mar y en tierra, los períodos de descanso, los contratos de trabajo escritos y la protección de la seguridad social al mismo nivel que los otros trabajadores. Además tiene por finalidad garantizar que todos los buques de pesca sean construidos y mantenidos de manera que los pescadores tengan condiciones de vida decente a bordo.

El Convenio contribuye a prevenir las formas inaceptables de trabajo para todos los pescadores, sobre todo los migrantes. Contempla la regulación del proceso de contratación y la investigación de las quejas presentadas por los pescadores. Esto ayudará a prevenir el trabajo forzoso, la trata de personas y otros abusos.

Los Estados que ratifiquen el Convenio núm. 188 se comprometen a ejercer el control de los buques pesqueros, a través de la inspección, la presentación de informes, la supervisión, los procedimientos de tramitación de quejas, de aplicación de sanciones y las medidas correctivas, y además podrán inspeccionar los buques pesqueros extranjeros que visitan sus puertos y tomar las medidas adecuadas.

“Este Convenio cambiará las condiciones de trabajo y de vida de miles de pescadores, que trabajan en una de las profesiones más peligrosas y, con frecuencia no vigiladas, del mundo”, declaró Johnny Hansen, presidente de la Sección de Pesca de la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte (IFT). “Un número demasiado elevado de ellos son explotados de manera escandalosa y criminal. Este Convenio debería significar un cambio decisivo en sus vidas”.

“En aras de la justicia, la vida humana y una industria mejor, llamamos a los Estados a ratificar y poner en práctica este histórico Convenio y le pedimos a la OIT que lo promueva de manera activa en todo el mundo”, agregó Johnny Hansen.

Ment van der Zwan, portavoz de los empleadores en la reciente reunión de la OIT sobre los pescadores migrantes, dijo estar muy complacido por la entrada en vigor del Convenio, pero también expresó insatisfacción porque sólo 10 Estados miembros lo han ratificado hasta la fecha. “Si los gobiernos y los consumidores están verdaderamente preocupados por el trato que reciben algunos pescadores, las condiciones de vida y de trabajo bajo las cuales el pescado que comen es producido, por la seguridad en el mar en la pesca en general, el número de ratificaciones debería aumentar con rapidez, sobre todo en las regiones en el mundo donde la protección de los pescadores está por debajo de las normas mínimas que establece este Convenio.”

La ratificación de un convenio de la OIT es un compromiso importante. Una vez ratificado, el Estado deberá informar periódicamente a la OIT cómo ese convenio está siendo implementado a través de las leyes, normas y otras medidas. El sistema de la OIT de supervisión de las normas revisa estos informes y orienta al Estado hasta su pleno cumplimiento. Por ello es esencial que todos los Estados que participan en el sector de la pesca ratifiquen el Convenio núm. 188 y asuman este compromiso.

El Convenio está complementado por la Recomendación sobre el trabajo en la pesca núm. 199 que lo acompaña y dos series de pautas para el Estado del pabellón y para el Estado del puerto que llevarán a cabo las inspecciones en el marco del Convenio. Todos estos instrumentos fueron elaborados a través de discusiones entre representantes de gobiernos, de propietarios de buques de pesca y de organizaciones de pescadores. Al reconocer las grandes diferencias que existen entre los Estados y en las operaciones de los buques de pesca, el Convenio permite cierta flexibilidad en su implementación, pero sólo después de realizar una consulta tripartita a nivel nacional.

Los delegados de los gobiernos, empleadores y trabajadores votaron con gran mayoría a favor de la adopción del histórico Convenio en la 96.a reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo en junio 2007. El Convenio entra en vigor un año después de su 10.a ratificación, hecha por Lituania en noviembre 2016.