Esta historia fue escrita por la Sala de Noticias de la OIT. Para ver las declaraciones y discursos oficiales de la OIT, por favor visite nuestra sección "Declaraciones y Discursos".

Nueva iniciativa sobre VIH/SIDA: aumenta la solidaridad en el mundo del trabajo

El VIH afecta a unos 25 millones de trabajadores en el mundo, y la búsqueda de mecanismos para ayudarlos a ellos y a sus empleadores a lidiar con las consecuencias de la enfermedad tiene máxima prioridad. El tema fue abordado recientemente en una reunión realizada en la OIT bajo el auspicio del Pacto Mundial de la ONU.

Artículo | 30 de junio de 2003

GINEBRA (OIT en línea) – Las cosas han cambiado desde los tiempos en que un diagnóstico de SIDA provocaba automáticamente una situación de incertidumbre sobre el futuro laboral de las personas. En la actualidad muchas empresas están adoptando mecanismos innovadores para proteger a sus empleados de las consecuencias sociales y económicas de esta enfermedad.

Ese fue el tema de una reunión realizada en Ginebra con gerentes, ejecutivos y representantes de empleadores y trabajadores, con el fin de debatir sobre las estrategias ante el SIDA. Fue el primero de una serie de diálogos promovidos por el Pacto Global de la ONU y el Programa de la OIT sobre VIH/SIDA en el mundo del trabajo (OIT/SIDA), en colaboración con el Programa Conjunto sobre VIH/SIDA de las Naciones Unidas (UNAIDS).

Uno de los resultados más importantes de este primer encuentro fue la declaración conjunta de la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL) y la Organización Internacional de Empleadores (OIE), anunciando que unirán fuerzas en la lucha contra el VIH/SIDA.

La declaración "Juntos contra el SIDA: Un Programa de Compromisos para el Futuro", las dos organizaciones piden a sus afiliados y miembros darle a este tema la más alta prioridad, sin importar donde estén ubicados.

"Creemos que si las empresas y los sindicatos trabajan en conjunto, pueden hacer un aporte crucial para el combate al VIH/SIDA en el lugar de trabajo, y también en sus comunidades", dice la declaración. La primera experiencia de esta asociación fue un taller de la CIOSL Africa realizado en Nairobi que reunió e empleadores y representantes sindicales de toda la región.

Este tipo de colaboración entre trabajadores y empleadores, así como gobiernos, agencias internacionales y comunidades locales, es un ejemplo emblemático de una evolución en la actitud frente a la aparición del VIH/SIDA en el lugar de trabajo. También pone en evidencia que en algunos lugares del mundo el éxito empresarial, el crecimiento económico y el desarrollo sustentable van a depender cada vez más de una respuesta adecuada al problema del SIDA, que involucre políticas nacionales, planificación corporativa y proyectos comunitarios.

La Fundación Coca Cola, por ejemplo, anunció el 30 de mayo que sus 40 embotelladoras independientes, con operaciones en 54 países, adoptaron un programa sobre VIH/SIDA que le da a los empleados y sus familias acceso a tratamiento antirretroviral, a exámenes de diagnóstico voluntarios, consejos especializados y medidas de prevención. Además se le solicitó a las embotelladoras adoptar y ejecutar recomendaciones basadas en el Código de Prácticas sobre VIH/SIDA y el mundo del trabajo de la OIT.

Otras multinacionales que operan en la región, incluyendo DaimlerChrysler, Ford Motor Co., Shell y Standard Chartered Bank, también lanzaron sus propias iniciativas de prevención y tratamiento de VIH/SIDA.

Juntos contra el SIDA

Los sindicatos africanos y la CIOSL adoptaron el año 2000 la "Declaración de Gaborone", en la que demandaban llevar la lucha contra el VIH/SIDA al lugar de trabajo, incluyendo clausulas antidiscriminación en los contratos de trabajo, educación para la prevención, capacitación y campañas para disminuir el precio del tratamiento.

La Declaración plantea que el VIH/SIDA no puede ser considerado solamente como un problema de salud, sino también como "un tema de derechos humanos, un tema social, un tema económico y un tema relacionado con el desarrollo en general".

Las organizaciones de empleadores de Africa también adoptaron planes para el combate del VIH/SIDA en el lugar de trabajo con respaldo de la OIT, la OIE y la Confederación de Empleadores Panafricana. Estos planes de acción, suscritos el año 2000 para los países francófonos y en 2001 para los anglófonos, plantean la necesidad de realizar acciones concretas a nivel de las empresas.

El lugar de trabajo: vital para actuar contra el VIH/SIDA

En la reunión de Ginebra se planteó que las empresas y los sindicatos ubicados en el frente de batalla contra el VIH/SIDA están conscientes de la importancia de trabajar en conjunto para identificar y replicar acciones efectivas y de bajo costo con buenos resultados en evitar la diseminación de la enfermedad o en mitigar su impacto.

Las empresas han planteado que entienden la necesidad de extender el alcance de sus estrategias a familias, subcontratistas, redes de proveedores y otros actores relacionados para obtener buenos resultados

Sin embargo la proyección de este tipo de estrategias hacia la comunidad es costosa, y en la reunión se dejó claro que esa responsabilidad no puede ser considerada una obligación para compañías que entregan estos servicios a sus empleados. Proyectos como el del Fondo Mundial para la lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria son una fuente alternativa de recursos. Este proyecto considera un sistema de coinversión con el fin de proveer fondos para extender las actividades de atención y apoyo hacia las comunidades en donde las compañías desarrollan estrategias a favor de sus empleados.

La cooperación también puede ser un buen negocio. Un estudio realizado por la Federación de Empleadores de Kenia reveló que el VIH/SIDA le cuesta, incluso a las empresas pequeñas, 50 dólares por empleado al año.Aunque las empresas que si tienen estrategias contra el VIH/SIDA no pudieron entregar cifras sobre los beneficios obtenidos, quedó claro que sus programas contribuyeron a ahorros substanciales en aspectos como la capacitación de nuevo personal, ausentismo, productividad, con efectos positivos sobre la moral.

La reunión de Ginebra recomendó que las empresas pequeñas y medianas se incorporen en forma más activa a las estrategias contra el VIH/SIDA. Se planteó que sus gerentes deberían tener a disposición el Código de Prácticas de la OIT y otras formas de apoyo por parte de empresas más grandes.

Los participantes consideraron que el Código de Prácticas de la OIT y el manual de capacitación que lo acompaña son de gran importancia para prevenir la diseminación de la enfermedad, mitigar el impacto sobre los trabajadores y sus familias, y promover la protección social.

Y todos estuvieron de acuerdo en la necesidad de mantener la cooperación tripartita entre gobiernos, empleadores y trabajadores como un elemento clave en el combate al VIH/SIDA.