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Productividad y condiciones de trabajo en América Latina

Pequeñas y medianas empresas en América Latina: el camino de la productividad

Una fábrica de calzado en Colombia se marca como objetivo mejorar su competitividad al instaurar mecanismos que fomenten la cooperación en el puesto de trabajo.

Reportaje | 25 de agosto de 2015
© SCORE
MEDELLÍN (Colombia) – Cuando decidieron montar una fábrica de zapatos infantiles en 2008, Robinson Montoya y su socio Oscar Tabares tenían por objeto vender sus productos en las principales tiendas de la ciudad colombiana de Medellín.

Tras siete años de crecimiento constante, su meta es más ambiciosa: exportar a todo el mercado latinoamericano. La empresa, Calza Kids, que comenzó con dos trabajadores, tiene actualmente más de 80 empleados.

“Desde el principio, nuestra ambición era ofrecer trabajo e ingresos estables a hombres y mujeres, y a sus familias, y al mismo tiempo ofrecer un producto de calidad por un precio razonable”, afirma Robinson Montoya, encargado de las actividades de producción.

Uno de los mayores retos que planteó el crecimiento de la empresa fue encontrar fórmulas que aseguraran su sostenibilidad. Decidimos aumentar la productividad y la competitividad y mejorar las condiciones de trabajo como elementos fundamentales de un desarrollo comercial sostenible.

“La primera medida que adoptamos al respecto fue poner en marcha un Equipo de Mejoramiento Empresarial cuyo objetivo fuera impulsar la cooperación en el puesto de trabajo”, añade Montoya.

Un enfoque participativo

Ese nuevo enfoque, aplicado en la empresa en 2013, se basa en el intercambio de opiniones e ideas entre todos los empleados, en particular los gestores y los trabajadores encargados de la producción y la comercialización de los zapatos.

“Los trabajadores han podido aportar sus ideas, han podido expresar sus necesidades. De esta manera participan en la mejora de nuestra organización”, señala Montoya.

El fortalecimiento de la cooperación en el interior de la empresa forma parte de la metodología propuesta por el programa SCORE de la OIT, con el fin de apoyar el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas.

En la actualidad, el programa SCORE se aplica en nueve países de África, Asia y América Latina, en proyectos en los que participan unas 545 empresas y más de 155.000 trabajadores cualificados.

© SCORE
El programa SCORE promueve un nuevo estilo de gestión, fomenta un mejor clima laboral y propicia la relación entre los trabajadores y la dirección, en el marco de las actividades de apoyo que brindan los organismos de cooperación de Noruega (NORAD) y Suiza (SECO).

“Uno de los principales objetivos del programa es promover un modelo de gestión que favorezca la viabilidad económica de las pequeñas empresas y el entorno de trabajo de los empleados. Las PYME son las principales generadoras de empleo en América Latina, aunque con mucha frecuencia no se trata de empleo decente, de ahí la necesidad acuciante de consolidar su productividad y sus condiciones de trabajo”, afirma Philippe Vanhuynegem, especialista principal en la OIT encargado de las actividades de apoyo al programa SCORE en la región andina.

Una propuesta integral para las empresas

El programa SCORE proporciona formación empresarial y asistencia técnica en cinco módulos – cooperación en el puesto de trabajo, gestión de la calidad, producción ecológica, gestión de recursos humanos y seguridad y salud en el trabajo – con objeto de promover una cultura de diálogo entre los empleadores.

“Las empresas que aplican esta metodología abordan dos cuestiones fundamentales: la sostenibilidad y la productividad”, añade Philippe Vanhuynege. “Proponemos una cultura de mejoras constantes en las unidades de producción, tanto para los directivos como para los trabajadores.”

El programa SCORE tiene por objeto reducir las deficiencias de las actividades de producción, los accidentes y el absentismo laboral, reducir costes y fomentar el diálogo entre los empleadores y los empleados, con el fin de aumentar la competitividad y el bienestar social y laboral.

“El aumento de la productividad es esencial en este proceso, si deseamos que nuevas empresas adopten estas prácticas empresariales adecuadas”, concluye el experto de la OIT.

Este programa se está implantando en lugares tan diversos como Ghana, China, Indonesia y Bangladesh.

En América Latina, el programa SCORE se aplica en Perú, Bolivia y Colombia. En Perú se puso en marcha un programa piloto en 2013 con el apoyo del Gobierno, los empleadores y los trabajadores, del que se han beneficiado 12 empresas agrícolas que representan a unos 3.800 trabajadores.

En Bolivia, el programa SCORE es dirigido por un comité tripartito que presta apoyo a 14 empresas y 4.600 trabajadores de la industria manufacturera.

En Colombia, Calza Kids es una de las 49 empresas que participan en el programa. La mayoría de ellas pertenecen a los sectores de la confección y la floricultura. Habida cuenta de la eficacia que ha demostrado el programa SCORE, su metodología debería ser institucionalizada y replicada en otras empresas y regiones de estos tres países.

Un buzón de nuevas ideas

“Habilitamos un buzón para que nuestros colaboradores pudiesen aportar ideas y decirnos lo que les gustaría cambiar”, afirma Guillermina Muñoz, auxiliar de producción en Calza Kids. Ella fue una de las personas seleccionadas para participar en el “equipo de mejoras” de la empresa. De las 64 ideas presentadas, 15 se aplicaron durante el primer mes.

Todas las partes interesadas reconocen que la productividad aumentó gracias a la mejora sustancial de la organización del trabajo, así como de su entorno y coordinación.

El próximo reto consistirá en mejorar la metodología, en particular el fomento de la competitividad en los mercados internacionales.

La promoción de las PYME es esencial para la creación de empleo

Durante la 104.a Conferencia Internacional del Trabajo (CIT), la discusión sobre “Las pequeñas y medianas empresas y la creación de empleo decente y productivo” alcanzó un amplio consenso sobre la importancia vital de las PYME para el logro del objetivo de trabajo decente y productivo.

Esta discusión concluyó que:
  • Las PYME concentran dos terceras partes de todos los empleos a nivel mundial y crean la mayor parte de los nuevos puestos de trabajo.
  • Las políticas en materia de PYME bien concebidas ayudan a crear más y mejores empleos y contribuyen al crecimiento económico sostenible. En vista de la heterogeneidad de las PYME, las intervenciones tienen que tener en cuenta las características de las empresas tales como: tamaño, sector, crecimiento y edad.
  • En el futuro, la OIT debería mantener su actual cartera de intervenciones dirigidas a: el desarrollo de la iniciativa empresarial, incluyendo el acceso al financiamiento; un contexto favorable para las empresas; la mejora de la productividad y de las condiciones de trabajo; el desarrollo de las cadenas de valor; y la promoción de las empresas cooperativas.
  • La OIT debería además dedicar mayores esfuerzos a la formalización de las PYME de la economía informal. La acción de la OIT debe ser estratégica y mensurable y es necesario asegurar la producción de un análisis riguroso acerca del impacto de las intervenciones a fin de orientar a los gobiernos y a los interlocutores sociales sobre lo que da resultados y lo que no en el ámbito de las políticas a favor de las PYME.




Este artículo fue publicado en el número 2015 de la revista Trabajo.