Normas internacionales del trabajo

Trabajadores domésticos: Es necesario acelerar el cambio

Necesitamos acelerar la velocidad del cambio para proteger mejor a los trabajadores domésticos de todo el mundo, dice el economista de la OIT Malte Luebker a seis meses de la entrada en vigor del Convenio 189 de la OIT sobre Trabajo Decente para las Trabajadoras y Trabajadores Domésticos.

Opinión | 4 de marzo de 2014
Por Malte Luebker, Oficina Regional de la OIT para Asia y el Pacífico

BANGKOK (OIT Noticias) – Durante dos años, Kartika Puspitasari, una trabajadora doméstica indonesia de 30 años, fue agredida por su empleador de Hong Kong, quien la quemaba con una plancha y le pegaba con una cadena de bicicleta. El juez definió su tratamiento “cruel” e “inhumano”.

Su caso suscitó la indignación pública. Pero, desafortunadamente, el suyo está lejos de ser un caso aislado. Con demasiada frecuencia, se reportan episodios de violencia y graves violaciones de los derechos humanos contra los trabajadores domésticos.

Pero las violaciones de los derechos humanos de los trabajadores domésticos se extienden mucho más allá de los abusos extremos. Ocurren todos los días y en todo el mundo bajo la forma de jornadas de trabajo demasiado largas, sin horas de descanso y remuneración insuficiente.

Con demasiada frecuencia, se reportan episodios de violencia y graves violaciones de los derechos humanos contra los trabajadores domésticos."
No obstante, se han logrado algunos avances positivos desde que fue adoptado el Convenio núm. 189 de la OIT hace seis meses, el 5 de septiembre 2013. Ratificado por 12 Estados miembros, este histórico Convenio ha dado un fuerte impulso al reconocimiento de que los 53 millones de trabajadores domésticos del mundo son empleados en plena posesión de sus derechos laborales, y no son trabajadores de segunda categoría.

Los países han comenzado a actuar, algunos han dado pequeños pasos, otros más grandes, en la dirección correcta. En Tailandia, por ejemplo, los trabajadores domésticos no tienen que trabajar durante los días festivos; mientras que en Singapur, tienen derecho a un día de descanso semanal; Namibia está en el proceso de establecer un salario mínimo para los trabajadores domésticos; y en Bahrein, el nuevo Código del Trabajo incluye a los trabajadores domésticos en un cierto número de sus disposiciones.

En Filipinas, la nueva Ley sobre los Trabajadores Domésticos establece normas y protecciones detalladas para los trabajadores domésticos. Estados Unidos extendió la protección del salario y de las horas extraordinarias a los cerca de 2 millones de trabajadores que prestan asistencia a los ancianos o a los discapacitados en sus hogares. Hace algunas semanas, la Unión Europea exhortó a sus países miembros a actuar e implementar el Convenio núm. 189.

Pero muchos gobiernos todavía excluyen a los trabajadores domésticos del alcance de sus leyes del trabajo que garantizan a los otros trabajadores los derechos fundamentales y la protección básica.

Los 21,5 millones de trabajadores domésticos en Asia, y los al menos 2,1 millones de sus colegas en el Oriente Medio, por lo general están menos protegidos.

América Latina, donde hay 19,6 millones de trabajadores domésticos, ha demostrado que es posible brindarles una mejor protección. Casi todos los trabajadores domésticos de la región están cubiertos, al menos parcialmente, por la legislación laboral que le confiere el derecho a vacaciones anuales, salario mínimo y un día de descanso semanal. Tres cuartas partes están protegidos por un número limitado de horas semanales de trabajo, aunque en algunos casos estas leyes exigen jornadas laborales más largas que en otras profesiones. Nueve de cada diez trabajadores domésticos en América Latina tienen derechos a las prestaciones de maternidad bajo la ley nacional.

Estas protecciones, ¿inciden en la vida diaria de los trabajadores domésticos?


Hay que reconocer que el cumplimiento de la ley con frecuencia es débil y que su aplicación debe ser reforzada. Sólo una tercera parte de los trabajadores domésticos de Brasil está afiliada al sistema de seguridad social. Pero este es un avance enorme en relación a mediados de los años 1990 y una situación mucho mejor de la exclusión general que prevalece en muchos otros países. Los salarios de los trabajadores domésticos en Brasil se han duplicado en términos reales durante el mismo período, en gran parte gracias a un incremento substancial del salario mínimo, el cual, a diferencia que en muchos países asiáticos, también abarca a los trabajadores domésticos.

Mientras que se consolidan los derechos laborales de muchos trabajadores domésticos, se observan algunas señales preocupantes en el otro extremo del espectro. Muchos trabajadores domésticos siguen atrapados en el trabajo infantil y el trabajo forzoso. Si bien el trabajo infantil ha registrado una disminución desde que comenzó este siglo, el número de niños que realizan trabajo doméstico ha aumentado de alrededor de 10,6 millones en 2008 a 11,5 millones en 2012. (Vea el informe de la OIT: "Estimaciones y tendencias mundiales 2000-2012: Medir los progresos en la lucha contra el trabajo infantil")

Debemos intensificar el ritmo del cambio, y la OIT desempeña un papel importante en esta labor, al ayudar a elaborar las reformas necesarias, al sensibilizar sobre los derechos y los deberes de los trabajadores y de los empleadores y al incentivar la ratificación del Convenio núm. 189.

Los antiguos empleadores de Kartika Puspitasari fueron arrestados por las repetidas agresiones físicas, pero aún queda mucho por hacer para, en primer lugar, prevenir este tipo de abusos y para garantizar que el trabajo doméstico sea trabajo decente.