Protección de la maternidad

El mejor regalo para el Día de la Madre

En muchos países, el 11 de mayo se celebra el Día de la Madre. La OIT está por publicar su informe sobre la protección de la maternidad, que trata sobre licencias, normas de seguridad, protección contra la discriminación y pausas necesarias para amamantar. ¿Cómo se traducen estos temas en la vida de una trabajadora?

Audio | 9 de mayo de 2014
Desayuno en la cama, un ramo de rosas o un dibujo del hijo hecho con lápices de colores, son todas pruebas de gratitud que las madres reciben con agrado en su día. Pero para muchas mujeres en el mundo, la protección de la maternidad en el trabajo sería el mejor regalo de todos en el Día de la Madre.

Marie Holmes, profesora de un liceo de Nueva York, tuvo que tomar licencias de maternidad no remuneradas después del nacimiento de su segundo hijo, porque había agotado sus días de enfermedad y de vacaciones con su primer hijo.

“Tengo derecho a prestaciones de maternidad a través del Ministerio de Educación, el problema es que no son remuneradas. Pero muchas mujeres ni siquiera tienen este derecho, y se ven obligadas a tomar la decisión de abandonar su profesión si quieren ausentarse del trabajo por un período de tiempo para estar con sus hijos y esto coloca a las mujeres en una situación injusta”.

Un informe que será publicado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) señala que la mayoría de los países han adoptado disposiciones relativas a la maternidad en el trabajo, pero es necesario avanzar aún más.

El informe compara las legislaciones con las normas más recientes de la OIT y constata que la falta de protección sigue siendo un gran desafío.

Laura Addati es coautora del informe y especialista en protección de la maternidad y de conciliación entre la vida familiar y profesional del Servicio de género, igualdad y diversidad de la OIT:

“Países en todo el mundo han adoptado leyes y políticas dirigidas a promover la protección de la maternidad y conciliar la vida familiar y profesional. Aún cuando los países proporcionan esta protección, las mujeres están obligadas a regresar al trabajo cuando no están listas para hacerlo”.

Holmes es un buen ejemplo. Ella no consideraba que su permiso de maternidad de doce semanas fuese suficiente pero no tuvo otra opción que regresar al trabajo a fin de mantener su seguro de enfermedad.

“No creo que sea beneficioso para nadie que mujeres estresadas, que duermen poco y se levantan cada tres horas durante la noche para amamantar, tengan que regresar al trabajo antes de tiempo. Esto tiene repercusiones sobre la productividad. Sé lo que significó para mí... tenía dificultades con el cuidado de mi hijo. Llegaba retrasada porque había dejado mi hijo en la guardería infantil con más frecuencia de la que deseaba y tuve que tomar más días libres de los que hubiese querido porque se enfermaba cuando comenzó a ir a la guardería”.

Tanto en las economías en desarrollo como en las desarrolladas, la protección de la maternidad es un derecho fundamental consagrado en los principales tratados sobre derechos humanos. La protección de la maternidad está al centro de la igualdad de género.

“La igualdad de género beneficia a todos en la sociedad. Para lograr la igualdad de género es necesaria la protección de la maternidad. Por ejemplo, en lo que se refiere a las licencias, a las normas de seguridad, a la protección contra la discriminación y a las pausas necesarias para amamantar. También es muy importante conceder prestaciones de paternidad, de cuidado de los niños y otras políticas relativas a la conciliación entre la vida familiar y profesional”.

Holmes está de acuerdo.

“Creo que es esencial que las mujeres tengan acceso a las prestaciones de maternidad de manera que no se vean obligadas a decidir entre tener una familia o una carrera profesional. Además, la mayoría de nosotros depende del trabajo para mantener a la familia y necesitamos conservar ese empleo”.

La OIT urge a los gobiernos a implementar políticas que garanticen la protección de la maternidad de manera que todos puedan beneficiarse, incluso las madres como Marie, así como la sociedad en general.