Esta historia fue escrita por la Sala de Noticias de la OIT. Para ver las declaraciones y discursos oficiales de la OIT, por favor visite nuestra sección "Declaraciones y Discursos".

Nuestro impacto, sus historias

Minería de vanguardia en Suecia, cuando la automatización es la solución, no una amenaza

Un equipo de noticias de la OIT fue hasta las profundidades de una de las minas más avanzadas del mundo para descubrir el impacto de la tecnología sobre el empleo, la seguridad y la integración de las mujeres.

Reportaje | 19 de agosto de 2019
GARPENBERG, Suecia (OIT Noticias) – Cuando el mundo del trabajo experimenta cambios transformadores de proporciones sin precedentes, difícilmente pasa un día sin que se publiquen titulares planteando la cuestión de si los robots nos robarán los empleos. En una mina altamente automatizada de Suecia, la respuesta es un firme “no”.

Los directores y los dirigentes sindicales de la mina Boliden en Garpenberg, a unos 200 km al noroeste de Estocolmo, concuerdan en que la tecnología ha evitado el cierre de la mina, y confían que seguirá salvando empleos.

La mina respalda claramente el argumento de que si la tecnología es gestionada adecuadamente, puede ayudar a crear nuevos empleos decentes. La automatización ha contribuido a promover la integración de las mujeres, reducir los riesgos y aumentar la productividad.

Carl Johan, opera vehículos de forma remota con la ayuda de joysticks y pantallas de monitor.
Aquí, los “mineros del futuro” también trabajan a alrededor de un kilómetro bajo tierra, pero en oficinas con aire acondicionado, aisladas del calor y la humedad de las galerías donde tiene lugar la perforación para la búsqueda de zinc y plata. Ellos operan la maquinaria pesada a control remoto desde el confort de sus poltronas, con la ayuda de palancas de mando y pantallas de monitor.

“Adoptar las nuevas tecnologías fue para nosotros un medio para conservar nuestro empleo, y así sobrevivir”, afirmó Ulf Gustafsson, representante del sindicato IG Metall en la mina.

La provincia de Dalarma, donde está situada Garpenberg, ha estado durante siglos en el corazón de la industria minera, pero el desplome del precio de los minerales y la competencia internacional de los años 1990 ocasionó el cierre de la mayoría de las minas dela región.


La mina Boliden también estaba destinada a cerrar, pero fue descubierto un nuevo yacimiento de mineral. En 2011, Boliden decidió no sólo mantener sus operaciones sino además expandirlas a través de la automatización.

Jenny Gotthardsson, directora ejecutiva de la mina, está convencida de que la productividad es fundamental para el éxito duradero de la mina. “La competencia en el sector de la minería es feroz. En un país como Suecia, con su elevado costo del gasto salarial, sólo podemos seguir siendo competitivos si optimizamos la productividad. Puesto que somos competitivos, podemos preservar los puestos de trabajo, y hasta crear nuevos empleos”, explicó.

Además, ella destaca la importancia del diálogo social, y menciona el hecho de que son los mismos empleados los que prueban las nuevas tecnologías hasta que son operativas. 

"Debido a que somos competitivos, podemos preservar e incluso crear empleos.." Jenny Gotthardsson en la sala de control de la mina Boliden.
De las 440 personas que trabajan en la mina de Garpenberg, 18 por ciento son mujeres. “Esperamos aumentar esta cifra gracias a la automatización de la mina, a fin de reflejar mejor la composición de la sociedad sueca”, agregó Gotthardsson.

En el mundo tradicionalmente masculino de la mina, Gotthardsson dice sentirse cómoda en su empleo. “No importa si soy una mujer o un hombre, me concentró en mi misión: desarrollar y administrar la mina, esto incluye la seguridad y la automatización”.

Uno de los mineros – ahora tienden a llamarlos operadores – Knut Lund, de Noruega, recuerda los riesgos que enfrentaba cuando en 1990 comenzó a trabajar en esta mina. El desprendimiento de piedras era uno de los mayores peligros, y muchos de sus colegas resultaron heridos, algunos gravemente. Más que nunca, la seguridad ahora es una prioridad para todos. Un maniquí colocado cerca de los vestuarios indica los puntos del cuerpo humano que han sufrido heridas en accidentes en la mina de Garpenberg, una manera de recordar a todos la importancia del estricto cumplimiento de los procedimientos de seguridad.

Knut Lund, operador de la mina Boliden con el maniquí que indica todos los puntos del cuerpo humano que han resultado heridos en accidentes ocurridos en el sitio de Garpenberg.
Las cámaras permiten monitorear hasta las zonas más remotas de la mina, y todas las personas dentro de la mina deben tener consigo un rastreador que indica su exacta ubicación.

“Gracias a la automatización de la mina, trabajamos en condiciones más seguras”, señaló Gustafsson.

Suecia fue uno de los primeros países en ratificar el Convenio sobre seguridad y salud en las minas, 1995 (núm. 176). En virtud de este Convenio, los gobiernos deben establcer un marco para garantizar un ambiente seguro en la mina y los empleadores deben garantizar la seguridad de la explotación minera, mientras que los trabajadores tienen el derecho de participar en la seguridad en el lugar de trabajo y de rehusarse a trabajar en un ambiente inseguro.