La iniciativa para poner fin a la pobreza

Promover una respuesta multidimensional a través del mundo del trabajo, los mercados laborales y la protección social y del empleo a fin de erradicar la pobreza en el mundo.

La iniciativa para poner fin a la pobreza fue específicamente concebida como el instrumento para llevar adelante el trabajo de la OIT en su acción a favor de la Agenda 2030 de desarrollo sostenible. La Agenda 2030 es universal y abarca todas las dimensiones del desarrollo sostenible. Reconoce la erradicación de la pobreza en todas sus formas y dimensiones, incluida la pobreza extrema, como el mayor desafío mundial y una condición indispensable para el desarrollo sostenible.


La Agenda 2030 de desarrollo sostenible, adoptada por los líderes del mundo en la Cumbre de las Naciones Unidas el pasado septiembre, es un nuevo marco mundial para una acción integrada y equilibrada en las diferentes dimensiones económicas, sociales y medioambientales de la sostenibilidad. El Programa de Trabajo Decente está firmemente incorporado en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Esto fortalece la capacidad de nuestra Organización, en asociación con la familia de las Naciones Unidas, de perseguir la justicia social a través del trabajo decente para todos.

De numerosas maneras, la Agenda 2030 hace eco de la Declaración de Filadelfia de la OIT de 1944, la cual establece que “La pobreza en cualquier lugar constituye un peligro para la prosperidad de todos, la lucha contra la necesidad debe perseguirse con constante energía dentro de cada nación y mediante un esfuerzo internacional continuo y concertado”. La advertencia y llamado a la acción por parte de los mandantes de la OIT es hoy día tan pertinente e importante como lo fue hace 70 años.

Potenciar la contribución de la OIT al sistema multilateral

Las responsabilidades, los desafíos y las oportunidades que se presentan a la OIT, al desempeñar plenamente nuestro papel en el marco de la puesta en práctica de la Agenda 2030, son descritos por el Director General en su informe sobre la erradicación de la pobreza a la Conferencia Internacional del Trabajo 2016. Estos implican dos acciones interrelacionadas: el fortalecimiento de las alianzas y el incremento de la coherencia en el sistema multilateral, y la integración de la Agenda 2030 y sus componentes de trabajo decente en las estrategias políticas nacionales.

Para abordar la tarea de potenciar la coherencia del sistema multilateral y sus capacidades de ejecución, la OIT cuenta con dos claras ventajas. En primer lugar, la Agenda 2030 refleja la comprensión de la comunidad internacional de que el trabajo decente es a la vez un medio y un fin en la consecución del desarrollo sostenible, una idea que la OIT y sus mandantes han promovido durante dos décadas. En segundo lugar, y paralelamente, la OIT desde hace muchos años ha abogado de manera constante por una mayor coherencia, tanto en el contenido como en la forma, de las políticas del sistema internacional. Nuestra Declaración sobre la justicia social para una globalización equitativa de 2008 sintetiza nuestras responsabilidades a este respecto.

Apoyar la capacidad de los mandantes de hacer realidad la Agenda 2030

Las estrategias de desarrollo sostenible coherentes y a escala nacional, sustentadas por marcos nacionales de financiación integrados, estarán al centro de los esfuerzos para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenibles Tendrá una importancia decisiva asegurar que el trabajo decente esté tan presente en estas estrategias como lo está en la propia Agenda. La mejor garantía para ello será la participación de los Ministerios de Trabajo, Empleo y Asuntos Sociales y de las organizaciones de empleadores y de trabajadores en el proceso de planificación e implementación.

El Programa y Presupuesto de la OIT para 2016-2017 anticipó la importancia de la acción de la OIT para apoyar el papel de nuestros mandantes en la puesta en práctica de la Agenda 2030. Sus resultados estratégicos están bien armonizados con los ODS. La Iniciativa del Centenario para poner fin a la pobreza orientará los esfuerzos de la OIT para respaldar toda la Agenda 2030 y sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, en particular el Objetivo 8: Promover el crecimiento económico inclusivo y sostenible, el empleo y el trabajo decente para todos.

Las tendencias recientes en materia social y del empleo son inquietantes y constituyen el telón de fondo de las tensiones políticas igualmente preocupantes que podrían poner en riesgo la cooperación internacional, crucial para poner fin a la pobreza y realizar los ODS. La Agenda 2030 ofrece la posibilidad de revertir estas tendencias sombrías.

Si se pone en práctica, podría marcar un cambio de rumbo y favorecer la justicia social en el mundo, a través de la erradicación de la pobreza y la reducción de las desigualdades más graves. Permitiría progresar hacia la sostenibilidad económica, social y medioambiental. En este período de reflexión sobre el papel de la OIT en su segundo centenario, los medios de acción de la OIT reunidos para la Iniciativa para poner fin a la pobreza pueden aportar una contribución significativa para conducir el mundo hacia el camino de la justicia social como una base del desarrollo sostenible.