Preguntas/Respuestas generales

La Declaración de la OIT sobre las EMN surgió de las preocupaciones de los gobiernos y los interlocutores sociales de los Estados Miembros de la OIT en torno al creciente impacto de las Empresas multinacionales en sus territorios. Las EMN cumplen un papel importante a la hora de impulsar el desarrollo económico y social en todos los países. En la Declaración sobre las EMN se ponen de relieve los muchos ámbitos que pueden confluir entre el desarrollo empresarial dinámico, el progreso económico y la seguridad social, al tiempo que aborda sus posibles efectos negativos.

La Declaración sobre las EMN promueve la armonía entre el funcionamiento de las EMN y las políticas y prioridades de desarrollo de los gobiernos en los países donde operan, de modo que su operación derive en mayores logros de desarrollo social. La Declaración sobre las EMN establece con claridad que los Gobiernos son los encargados de proteger los derechos de los trabajadores y de coordinar las políticas de desarrollo, mientras que las empresas están obligadas a respetar los derechos de los trabajadores en el marco de sus operaciones. Las organizaciones de empleadores y de trabajadores pueden cumplir un papel importante en la difusión de los efectos indirectos de las buenas prácticas en materia de EMN en el entorno empresarial local.

Se exhorta a las empresas a que reconozcan la autonomía de los gobiernos para reglamentar sus asociaciones y, asimismo, a los gobiernos a que cumplan la Declaración Universal de los Derechos Humanos y apliquen sus principios en la medida más amplia posible, al igual que los que figuran en la Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo. Las disposiciones de la Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo (1998) incorporados en los ocho Convenios fundamentales de la OIT identificados como esenciales para los derechos de las personas en el trabajo, independientemente del nivel de desarrollo del Estado, reflejan un consenso mundial sobre cuestiones sociales y laborales. La Declaración sobre las EMN recoge esos principios. Cuando los gobiernos no cumplan sus deberes las empresas necesitan garantizar que no están contribuyendo a ese incumplimiento, y que tampoco sacan provecho del mismo. Cuando las acciones de los gobiernos en esferas abarcadas por la Declaración sobre las EMN son débiles o inexistentes, las empresas también pueden recurrir a sus disposiciones para orientar sus actividades.

La legislación nacional y su cumplimiento constituye el punto de partida de la Declaración sobre las EMN y ese cumplimiento es requisito indispensable para cualquier otra acción. La legislación nacional plasma tradiciones y prácticas locales y es importante que las EMN las respeten. Sin embargo, cabe la posibilidad de que haya diferencias notables entre la legislación y la práctica lo que frecuentemente supone dificultades cuando se trata de garantizar el respeto por los derechos de los trabajadores. Las organizaciones nacionales de empleadores y de trabajadores son interlocutores sociales de primer orden en los diálogos entablados con los gobiernos en materia de desarrollo económico y social y muchas veces son una buena fuente de información sobre la legislación nacional y las prácticas locales.

Asimismo, los gobiernos y las empresas deben cumplir los compromisos adquiridos y que estén en consonancia con la legislación nacional y las obligaciones internacionales aceptadas. Por lo que respecta a los gobiernos, este deber incluye la cabal aplicación de los convenios ratificados y otras obligaciones derivadas de tratados. A su vez, las empresas deben observar los convenios de negociación colectiva en los planos empresarial, sectorial y nacional, así como los acuerdos marco internacionales y los demás compromisos contraídos como parte de la política de la empresa en relación con sus operaciones.
En la Declaración sobre las EMN se distinguen las funciones de los gobiernos y las empresas así:

 
Los gobiernos deben
Las EMN deben
  • Ratificar los convenios fundamentales de la OIT.
  • Recurrir a esos instrumentos internacionales para garantizar la coherencia de las políticas y obtener orientaciones sobre política.
  • Dar el mismo trato a las EMN y a las empresas nacionales, en términos de las expectativas referidas a sus normas y sus operaciones.
  • Los gobiernos de los países de origen deben fomentar las buenas prácticas entre sus EMN.
  • los gobiernos de los países de origen y de los países de acogida deben consultarse mutuamente.
  • Respetar los derechos soberanos de los países anfitriones.
  • Cumplir con las leyes nacionales de los países en los que operan.
  • Tener debidamente en cuenta las prácticas locales.
  • Respetar las normas internacionales.
  • Respetar los derechos humanos.
  • Contribuir a la implementación de la Declaración de la OIT sobre principios y derechos fundamentales en el trabajo.
  • Alinear sus actividades con los objetivos estratégicos del gobierno del país anfitrión estableciendo un diálogo.