Conferencia Internacional del Trabajo 2021: ¿Cuáles son las lecciones aprendidas de la Comisión de la Seguridad Social?

La primera parte de la 109ª reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo (CIT) toca a su fin el 19 de junio de 2021. Magnús M. Norðdahl, Portavoz de la Comisión de la Discusión Recurrente: Seguridad Social (CDR), indica la perspectiva de los trabajadores sobre las lecciones aprendidas de esta reunión.

Noticia | 28 de junio de 2021
Contacto: Mamadou Kaba SOUARE, souare[at]ilo.org

ACTRAV INFO: Por primera vez en su historia, la Conferencia Internacional del Trabajo está teniendo lugar en línea. ¿Cuáles han sido los retos de este formato virtual y cómo ha repercutido en la labor del Grupo?

Los retos han sido considerables, y muchos colegas, incluido yo mismo, dudaban de que este formato produciría conclusiones aceptables. Sin embargo, lo ha hecho, y hemos superado los obstáculos. No deberíamos olvidar que todas las delegaciones han tenido que desplegar grandes esfuerzos para lograrlo, trabajando de madrugada en algunas regiones y hasta altas horas de la noche en otras. En lo que respecta a la CDR y a la Comisión de Respuesta a la COVID, creo que ha sido importante que los portavoces vinieran a Ginebra. Esto ha facilitado nuestra labor, porque aunque trabajar en un formato virtual puede ser eficiente, nada sustituye el contacto humano directo. En lo que respecta a mi Grupo, he echado realmente de menos las consultas y debates directos, que es la dinámica habitual de la CIT, por lo que confío sinceramente en que este formato de la CIT haya sido excepcional.

ACTRAV INFO: Tras la adopción de su informe, ¿cuáles son los resultados finales en lo que respecta a las cuestiones que se están discutiendo en su Comisión?

Por lo general, las conclusiones reafirman la importancia de la protección social universal, y subrayan el papel primordial que la protección social debe desempeñar al apoyar la recuperación económica para todas las personas y desarrollar la resiliencia ante futuras crisis. Las conclusiones ponen de relieve que muchas medidas adoptadas durante la pandemia han sido un salvavidas para muchos trabajadores y familias vulnerables en todo el mundo, y han permitido sobrevivir a muchas empresas. Sin embargo, el establecimiento de sistemas de protección social efectivos no puede lograrse a través de medidas de respuesta a la crisis excepcionales; exige una acción sostenida y un compromiso político. Nuestras conclusiones abordan esta cuestión, y hemos logrado acordar unas conclusiones sólidas que establecen un marco de acción al nivel de los Estados Miembros y ayudan a definir la labor de la OIT en lo que respecta a la protección social en los próximos años.

Creo que dos conclusiones son de vital importancia. La primera reafirma la necesidad de sistemas de protección social organizados públicamente, consistentes tanto en pisos de protección social como en niveles más altos de regímenes de seguridad social contributivos en consonancia con el Convenio núm. 102 y la Recomendación núm. 202 de la OIT. Si bien pueden existir pilares adicionales de los regímenes de seguridad social, las conclusiones establecen claramente que éstas deben complementar, y no sustituir, los regímenes de seguridad social de los Estados Miembros. En relación con esto, las conclusiones rechazan la privatización de la seguridad social y reafirman la importancia de unos regímenes organizados públicamente y financiados de manera colectiva como la única manera de hacer realidad el derecho humano a la protección. La segunda conclusión hace referencia al Fondo Mundial para la Protección Social (USPF), la coordinación entre las instituciones internacionales y el papel de liderazgo de la OIT. En la actualidad se está discutiendo una propuesta sobre el USPF en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, el proceso de financiación para el desarrollo de las Naciones Unidas y otros foros internacionales. Dicho fondo servirá para iniciar la financiación para los países que no tienen suficiente espacio fiscal para establecer ellos mismos sistemas de protección social a corto plazo. Apoyaría el establecimiento de los sistemas legales de protección social, basados en la legislación y en consonancia con las normas internacionales del trabajo. Además, contribuiría a estimular la movilización de recursos nacionales, con el fin de ayudar a los países a desarrollar la capacidad para financiar la protección social a medio y largo plazo. También sería una gran oportunidad para fortalecer la coordinación entre las instituciones sociales en lo que respecta a la protección social, y fomentaría la coherencia multilateral. Las conclusiones ponen claramente de relieve que la OIT necesita, por tanto, ser el actor central en el establecimiento de dicho fondo, y confieren a la OIT un claro mandato de tomar parte en las discusiones internacionales sobre el fondo, con objeto de formular propuestas concretas.

ACTRAV INFO: De cara al futuro, ¿cuáles son sus expectativas en lo que respecta a la OIT y los mandantes para asegurar una recuperación centrada en las personas y el respeto de los derechos de los trabajadores en el mundo posterior a la COVID-19?

Sobre la base de estas importantes conclusiones, es de vital importancia, de cara al futuro, que la OIT se esfuerce por abordar la falta de reconocimiento por algunos actores internacionales del mandato de la Organización y de sus normas de seguridad social. Esta discusión ha conferido a la OIT un mandato claro de actuar de manera proactiva con objeto de fomentar el consenso entre las organizaciones internacionales sobre conceptos de protección social, y de promover la armonización entre las instituciones multilaterales en lo tocante a la necesidad de respetar las normas de la OIT. Dichas conclusiones están en consonancia con las conclusiones de la Comisión de Respuesta a la COVID, y juntas ayudan a asegurar una recuperación centrada en las personas y el respeto de los derechos de los trabajadores en el mundo posterior a la COVID-19.